sábado, noviembre 28, 2009

בדידות

¿Sentiste alguna vez ese frío?
Ese que te hace escrbir a oscuras,
que mueve tus manos
y las hace llorar.

¿Llegaste al lugar que detestás?
No podés respirar ese aire,
escuchás lo que no querés,
pero no demostrás dolor.
La sangre se detiene a un centímetro del papel
y los ves pasar,
cambiando tu argumento

¿No sabés cómo escapar?
Talvez no sea necesario,
tal vez sólo querés estar solo.

Y llorás
llorás, puteás, escribís...
y no sale
Se queda adentro y duele...
Tal vez sólo podés estar solo .

viernes, octubre 16, 2009

Que la chupen...

Argentina, un país en el que el fútbol ha dado muchos alegrías; tal vez más alegrías que ciertas reformas políticas, avances tecnológicos y humanos, logros científicos, la evolución de las letras, el pensamiento, etc.
Pero… ¿otorga el fútbol inmunidad verbal? ¿Ser un ídolo confiere carta blanca al vomito visceral?

Diego A. Maradona, después de una mustia y agónica clasificación en Uruguay, dio rienda suelta a su lengua, y como nos tiene acostumbrados, hizo del micrófono un vehiculo de la vergüenza. Olvidó una vez más que vestir la camiseta de director técnico de la selección Argentina no sólo implica pararse en el costado de la cancha a gesticular cada decisión del árbitro. Nos guste o no, hay que entender que Maradona esta representando a la Argentina; y al parecer nadie explicó eso al ex capitán de la selección nacional. ¿Pasión?, entendida en su totalidad; ¿desahogo?, también comprendido. Ahora bien, cuando eso que llaman “ser autentico” se convierte en una imprudencia, falta de respeto e incapacidad de discernir entre una popular y una conferencia de prensa, nos enfrentamos ante una situación completamente repudiable, triste y humillante.

Pero de este gran circo todos somos en parte culpables; culpables por haber dado el cetro de la impunidad oral a un EXELENTE JUGADOR DE FUTBOL; en parte culpables por haber erigido a punta de idolatría la lengua de alguien, que al parecer, sólo por jugar bien al fútbol acuño la soberbia, y eligió despotricar y ofender a todo aquel que no ve el mundo como él lo ve; lamentable incongruencia que seguirá siendo alimentada por los fanáticos

Sin embargo, lo más triste de todo es una realidad argentina que Maradona definió muy bien: “yo soy blanco o negro, nunca gris”. Y esto no es sólo la declaración de un reactivo, es la realidad con que chocamos día a día. Vivimos tomando partido de los extremos (o me aman o me odian); una desalentadora línea que ha demostrado durante siglos no ser el camino para nada.

Amemos el fútbol, pero como tal, sin darle etiqueta única. Y sin restar merito, no llamemos nuestro país: la Argentina de Maradona; mejor llamemos nuestra tierra la Argentina de la solidaridad, o la Argentina del honesto trabajador, o la Argentina de San Martín, o la Argentina de Favaloro, o la Argentina de Gelman… (Entre otros cientos que sería imposible plasmar en una hoja).



BENJAMIN CHAPLIN

lunes, octubre 12, 2009



Imagine mi piel como un continente.

Algo de la noche que pasamos

Desbordó los cuerpos.

Cervezas cigarrillos palabras

Qué fuerzas maneja la noche,

Qué lazos afloja que el día amarra:

Al fin vi tus ojos, detrás de la fachada.

jueves, octubre 08, 2009

Samuel

Barrio Flores si tus colores...

Samuel de tarde no trabaja
porque le hace el aguante
a los más pibes en la cancha.
Madruga para llenar los termos
con medidas de aliento que tomarán
los albañiles a media mañana.

Moneda más moneda se va el día.
Dos sánguches son un almuerzo, dos más
un porrón, dos más la substancia.
A las seis de la tarde comienza la vida,
que sale más caro por cierto:
(Quien se queda ciego, sólo vuelve
a las imágenes durante el sueño)
seis sánguches más le cuesta la vida.

Samuel consume el tiempo,
lo retiene,
Lucha contra pulmón
para que no se escape,
Minuto a minuto sin embargo,
caen las cenizas.
Se quemará los dedos por su causa.
La risa.

Samuel camina por la orilla y
con el carrito se gana su pedacito de muerte.
La dignidad la he visto en sus ojos:
hasta las seis de la tarde,
su pasiente espera.

martes, octubre 06, 2009

UN LUGAR PARA TODOS

Jorge jugaba al fútbol, era muy bueno, en la delantera de Argentinos. Toda su vida había dejado de lado sus sueños para ayudar a su familia, pero esta vez podía llevar un plato de comida a sus hermanos y comprarle una linda remera a su vieja, haciendo lo que mas le gustaba: jugar al futbol.
Habían muy pocas salidas para los pibes de su barrio y muy pocos nacían con las habilidades que le habían tocado a Jorge. Esa era su salida y el no iba a desperdiciarla, era su salida y la de su vieja y sus 6 hermanos.

Todo iba bien, demasiado bien, hasta que un dia , uno de sus hermanos llegó corriendo a casa, desesperado, agitado, con miedo…Jorge salió a la puerta de casa a ver que pasaba y había cuatro tipos esperando afuera, ni bien abrió la puerta abrieron fuego. El recibió cinco impactos de bala, cinco veces su carne se cortó y dejo paso a la sangre que se transformó en charco en la puerta de su casa. Nadie vio nada, todo fue muy rápido.
Dos de los proyectiles impactaron en su columna, la carrera de Jorge había terminado, su salida estaba bloqueada y ahora en vez de correr en la cancha con una pelota, debía darle impulso a las ruedas de metal. No podía echarse atrás, no era un lujo que le fuera permitido ¿Qué podía hacer? El era la salida para su vieja y sus 6 hermanos.
Un día Jorge escuchó hablar a un tipo en TV, hablaba sobre un lugar lleno de oportunidades, un lugar que ELLOS habían construido para todos. Un lugar donde se podía encontrar un futuro mejor. Para TODOS.

Juntó un poquito de fuerza, le pidió otro tanto a su vieja y a sus hermanitos, ellos tenían hambre, pero de todos modos juntaron un par de moneditas y consiguieron para pagarle a un vecino que se ofreció a llevar a Jorge a ese lugar, ya que el transporte “público” no estaba apto para personas como el.

Llegó al lugar, era mas lejos de lo que creía, estaba separado de la ciudad…demasiado alejado. Bajó de la camioneta de Don Félix y se subió en sus ruedas; se despidió del vecino y se dispuso a entrar al viejo edificio.

La tarea se complicó mucho mas de lo que creía: solo había una gran escalera para entrar, buscó por todos lados y no encontró ninguna rampa que le facilitara el ingreso. Había un ostentoso ascensor , pero tenia un extraño panel para ingresar un código. Esperó un rato , pero nadie se acerco a ayudarlo, en ese momento vio un camión blindado, del que se bajó un hombre de traje con un maletín y una imponente custodia : Ellos si tenían el código del ascensor, aunque pasaron por su lado sin notarlo.

Siguió buscando y consiguió entrar por una puerta lateral, una que abrieron unos proveedores de gaseosa. Una vez adentro del lugar la tarea no fue mucho mas sencilla, nadie sabía explicarle con quién tenia que hablar y los peldaños abundaban en ese lugar. Ya estaba agotado y con las manos sucias, asi como en el transporte publico, en ese sitio tampoco habían pensado en la gente con sus problemas, no encontró donde lavar sus manos, pero como pudo usó uno de los baños para gente “normal” que estaban de a dos en cada uno de los pisos.

Todo era muy distinto a lo que el tipo decía en TV : No era un lugar para todos, estaba muy alejado de la sociedad, apartado de todo. Solo había lugar para tipos con traje y proveedores de Pepsi. No consiguió que nadie le diera una mano, en la entrada había unos tipos con traje, que hablaban por sus radios y lo miraban de reojo, pero no le dieron una mano.

Jorge estaba demasiado agotado, eran demasiados peldaños y ya no le quedaban fuerzas. Decidió salir y se encontró con que era mucho mas difícil salir del “lugar para todos” ,se quedó un rato en la puerta y se le escapo una lágrima, se dio cuenta de que el tipo en TV le había mentido, que ahí no iba a encontrar la salida, que ese no era un lugar para todos, que no había un LUGAR PARA TODOS…
Una mujer mayor se le acercó con una sonrisa…”Dios te va ayudar , querido” le dijo y le extendió su mano. Jorge se dispuso feliz a recibir su ayuda, pero la mujer mayor solo le dejó 25 centavos en el piso.
UN LUGAR PARA TODOS
El hijo del Albañil.